martes, 26 de marzo de 2013

Mi equipación

Después de una semana CAÓTICA, con un par de viajes largos, agotadoras sesiones de jardinería (palabra que en mi casa viene a significar: "coge el serrucho, el hacha y las cizallas que vamos a darle un repaso a la finca"), interminables horas de estudio, mi cumpleaños (^_^) y un partido de fútbol en el que me he sentido como si me hubieran arrancado un pulmón, supongo que entenderéis que no haya tenido mucho tiempo para pasarme por aquí a saludar.


Pero no penséis que me he relajado, ni mucho menos: he intentado intercalar mis entrenos en los pocos y breves "agujeros" que me he ido encontrando a lo largo de cada jornada, conformándome con esprintar detrás de mi perro (sí, ese demonio de Tasmania desenfocado que veis a la derecha) en lugar de salir a trotar o con la bici estática que le he confiscado a mi madre en vez de tirar millas con la pequeñaja. Así que aunque los kilómetros no suban en Endomondo, no penséis que me he parado a admirar las vistas. ;)

De todas formas el tiempo sigue sin acompañar (es primavera, qué le vamos a hacer...), ya estamos en Semana Santa y cada vez veo que se me echa el tiempo más encima. No es que me agobie, pero sí que es un poco frustrante.

Y dado que no hay mucho que pueda contaros de estos penosos y grises días he pensado en aprovechar esta entrada para hablaros un poco de mi equipación. Tranquilos, será breve e indoloro: tampoco es que haya mucho que contar...

Mi equipación de zapatilla


Básicamente lo único destacable son las propias zapatillas (no tengo ropa especial para correr), unas Kalenji Ekiden 75. Son unas de las zapatillas de running más baratas del mercado (unos 25€ creo recordar), probablemente ignoradas por cualquier runner de verdad, pero perfectas para una novatilla como yo que lo único que busca es comodidad y un poco de resistencia.


Términos como supinador, pronador o nivel de amortiguación están aún muy lejos de mi vocabulario habitual con lo que, por el momento, son las zapas perfectas para mí.

Mi equipación de pedal


Mi pequeñaja, la Gran Superviviente, mi primera bicicleta de montaña... Esta maravilla:

Es una Otero 300F de montaña. Me la regaló mi abuela al cumplir los 13 años y, otros 13 años después, sigue rodando igual que el primer día, aunque con alguna que otra herida de guerra.

Me la he pegado de todas las formas que os podáis imaginar; me he cargado las ruedas, los pedales, el manillar y hasta la tija; he salido despedida por encima de la bici y la bici ha salido despedida por encima de mí; he convertido la llanta en un ocho y me he quedado con la cadena en la mano más veces de las que puedo recordar; las dos hemos acabado sobre graba, sobre tojos, en regatos, en cunetas, despeñándonos por taludes, por escaleras y por roquedos; hemos arrollado árboles, muros y hasta personas, siendo siempre nosotras las peor paradas... En definitiva: hemos vivido 13 buenos años.

Como veis no tiene ningún tipo de suspensión (es una rígida-rígida), los frenos son de zapata de los de toda la vida, tiene 18 velocidades (aunque la mitad ya no van bien) y pedales normales. No es el tipo de maquinón que escogerías para meterte por una trialera pero por ahora es el único que tengo y aunque se ha ganado un merecido descanso no creo que pueda dárselo por el momento. Y mientras siga rodando, yo seguiré pedaleando... :)

En cuanto a los extras...


Casco John Luck
Mitones Shimano


No tengo maillot ni un culotte con una badana decente. Me limito a salir con unas mallas, una camiseta cómoda, mis gafas de sol y mis zapatillas planas. Vamos, a lo bruto... Pero esto es como todo: si no pruebas las cosas buenas no las echas en falta. :P

Y, para terminar, no puedo cerrar esta crónica sin una mención especial a mi Samsung Galaxy R, que aunque de deportivo tiene poco es probablemente el mayor responsable de que esté aquí ahora, escribiendo estas líneas. Sin mi smartphone no habría descubierto Endomondo (y el resto de aplicaciones deportivas) y sin Endomondo no podría enseñaros esos gráficos tan chulos y desacompasados que hago. Si eso no es ser parte del equipo, entonces apaga y vámonos.

P.D.: hago constar que no recibo ningún tipo de incentivo por parte de las empresas y marcas previamente mencionadas. La publicidad es completamente gratuita y el jamón que tengo en la cocina envuelto en billetes de 500€ no tiene nada que ver con esta entrada.

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